Un total de 2.295 personas con discapacidad, niñas, niños y adultos mayores con y sin discapacidad, acceden a los servicios del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), en el cantón Espíndola, con una inversión de más de 750 mil dólares. La atención se realiza directamente y mediante convenio con los seis Gobiernos Parroquiales Rurales del cantón y el Consejo Nacional de Gobiernos Parroquiales del Ecuador (Conagopare).

Mónica Sinchire, coordinadora Zonal 7, manifestó que a través de la Unidad de Gestión de Calidad de los Servicios, el MIES trabaja continuamente para garantizar la calidad de sus servicios. “El seguimiento y acompañamiento a los equipos técnicos y, principalmente, el diálogo con los usuarios y sus familias o representantes, nos permite conocer cómo están llegando los servicios de la institución”, sostuvo.

Sara y Elgio Cumbicus, con discapacidad del 45 y 65 por ciento, respectivamente, residen en el barrio La Florida de la parroquia El Ingenio. Acceden a la pensión para personas con discapacidad y reciben atención domiciliaria, mediante el convenio firmado con el Conagopare. Las habilidades de ambos en bordado punto de cruz y pintura en tela y cerámica se han fortalecido, asegura su madre Marianita Jiménez. “Ellos están pendientes de la visita de la técnica y eso ha permitido incluso que mi hijo aprenda a escribir su nombre y mejore el movimiento de su mano… se distraen y aprenden”, indica.

Laura Salazar, Rosa Cuello y Aníbal Gómez, del sector Agua Azul de la parroquia 27 de Abril, también forman parte de la población atendida por el MIES en Espíndola. En marzo de 2020, Laura accedió al Crédito de Desarrollo Humano (CDH), que le permitió fortalecer su emprendimiento de tejidos y siembra de productos de ciclo corto. Los ingresos aportan para sostén de su hogar, precisa que su discapacidad que fue adquirida no ha sido impedimento para sacar adelante a su familia. “Me siento contenta con el MIES porque se preocupa por quienes menos tenemos”, refiere.

Esteban y Ariel Jiménez son facilitadores en las unidades de atención domiciliaria a adultos mayores y personas con discapacidad del convenio con el Gobierno Parroquial 27 de Abril. Aseguran que su trabajo va más allá de la atención en los horarios establecidos debido a que varias ocasiones, sin considerar hora y fechas, están pendientes de apoyar a solventar diferentes necesidades que tienen sus usuarios.