La UNL implementó un paseo ecoturístico y trabaja para convertir a la estación experimental en un centro de abastecimiento de semillas.

La estación experimental Zapotepamba, de la Universidad Nacional de Loja (UNL) -ubicada en el valle de Casanga del cantón Paltas en la provincia de Loja- cuenta con 197.5 hectáreas, el 70% es bosque seco y el 30% bajo riego, dedicadas a la investigación para el desarrollo sostenible de las zonas productivas de la cuenca del Pacífico en la Región Sur del Ecuador.

Para este fin, la actual administración liderada por su rector, Nikolay Aguirre, repotenció el centro dotando de infraestructura en sus laboratorios, aulas, auditorios, planta de agua potable, área de hospedaje y comedor. Este bien se encuentra en comodato a la Corporación Catamayo.

Los estudiantes del Alma Máter lojana van a la estación experimental y hacen sus pasantías, donde levantan información de los programas que se ejecutan. “Ahora nuestros universitarios hacen sus prácticas en el escenario vivo y real. Los alumnos van experimentando su campo de acción y su profesión”, explica Max Encalada, director de investigación de la UNL.

Ramiro Jiménez, técnico docente de la UNL y responsable de la Estación Experimental Zapotepamba, resalta que el centro permite la vinculación con la comunidad, logrando capacitar y concienciar a los productores del sur del Ecuador.

La estación admite la visita de investigadores y comunidad interesados en conocer el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social a través de los proyectos de investigación. “Las investigaciones se ejecutan con la participación de profesores, técnicos y estudiantes; en algunos casos se está involucrando a la comunidad. Aspiramos seguir ampliando esta metodología de trabajo”, destaca Encalada.

En este sentido se implementó un paseo ecoturístico para recorrer la estación experimental, iniciativa que genera expectativa en los visitantes, en él se muestran los 14 programas educativos – productivos, como producción y manejo de animales, cultivos tradicionales, apícola, peces, entre otros; y la relación con el ambiente que aquí se lleva.

Por estas razones Zapotepamba se ha convertido en un escenario ideal, de manera particular, para los colegios agropecuarios de Loja, El Oro y Zamora Chinchipe. Los estudiantes de estas instituciones y carreras afines de la UNL realizan giras académicas y prácticas pre profesionales.

La UNL convertirá a la Estación Experimental de Zapotepamba en un centro de abastecimiento de semillas. “En el invierno las personas buscan semillas en agroquímicos por lo que actualmente estamos implementado esta línea. Hemos recuperado algunas variedades nativas como maíz, fréjol y maní; y estamos rescatando la zarandaja, pero desde otro sistema de producción”, explica Jiménez.

Ahora la UNL trabaja en líneas de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación -en sus tres estaciones experimentales- para direccionar y dinamizar la generación de conocimiento científico y la potenciación de saberes ancestrales como base para la innovación tecnológica y la transferencia de conocimientos.

 

RECUADRO

Estación Experimental Zapotepamba

  • Instituciones educativas, gobiernos locales, organizaciones, investigadores y ciudadanía pueden acceder a los servicios que ofrece el centro.
  • Contacto: 3035041
  • Atención: lunes a viernes
  • Horario: 08h00 a 18h30